SUEÑOS ALIENADORES

alen

Ilustración: Felipe de la Cruz.
Relato: Bohemian F.
Dedicado a ese héroe camaleónico y polifacético, que lucha contra la gente aburrida y que me saca una sonrisa. 

Estoy agotada, mi cerebro ya apenas rinde, yo creo que ya mi sistema nervioso no responde. Ha sido una semana demasiado dura y  la cama es la única fuente de energía que me queda, ya ni comer anima mi cuerpo. Sólo dormir, el disco pub la cama, no pienso salir ni a tomarme una cerveza, ya que después de una lleva otra, después de otra y luego esos malditos chupitos de tequila chocolate, dulzones y traicioneros.

El frescor de la cama, ante el calor veraniego, es un placer que se disfruta momentáneamente. Apoyo el rostro sobre la mullida almohada, con olor a jazmín. Cierro los ojos, y me dejo llevar por la oscuridad.

[…]

Noto frescor en mi rostro, como si lloviera, ¿dentro de mi dormitorio? Imposible… Abro los ojos y toco la mejilla húmeda. Miro mis dedos, es algo viscoso, como flemas transparentes. Mi corazón comienza a acelerarse y siento que algo está encima de mí. Miro hacia la mesa de noche y veo el spray de pimienta. Lo cojo. Elevo la vista y lo que veo es algo increíble, ojalá tuviera la cámara de fotos a mano. Tengo un alien encima de mí, me siento Sigourney Weaver a punto de ser madre.

Su doble boca está cerca de mis ojos, en primer plano y babeando. Es una visión terrorífica y asquerosa, pero reacciono a tiempo, comienzo a atacarle con el spray y se aparta inmediatamente. Aquel bicho comienza a gritar como un humano y a correr por toda la habitación.

Ese grito me es familiar, así que me recuesto en la cama asustada pensando que esa cosa se ha comido a mi marido. De repente, la cabeza de aquel alien comienza a girar, hasta caerse al suelo y ahí le veo, es mi marido, sudando y llorando. Otra broma de las suyas, mi vida con él puede destacarse porque es imposible que sea aburrida.

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